La información sobre las casas pasivas es cada vez mejor, más abundante y más precisa, pero siguen quedando dudas a la hora de decidirnos a vivir en una de estas viviendas.
En Distrito Natural, donde trabajamos con proyectos de casas pasivas que buscan tener la menor dependencia e impacto energético y ambiental, y contamos con amplia experiencia en viviendas Passivhaus, estamos acostumbrados a responder todas las preguntas que surgen de una persona que se acerca a este modelo de construcción. Unas de las que más veces nos plantean son aquellas relacionadas con cómo se comporta una casa pasiva a lo largo del año.
Porque de acuerdo, una casa pasiva supone un ahorro en materia energética, ¿pero eso quiere decir que en invierno podemos pasar frío? ¿O que nos vamos a achicharrar, por el contrario, en verano?
Bien, la respuesta corta es que no. Más bien, todo lo contrario. El objetivo de una casa pasiva es aislar y proteger su interior del exterior, creando un ambiente balanceado; pero para responder de forma profunda debemos hablar de los materiales que se usan y su diseño.
Las casas pasivas se basan en cinco principios fundamentales de diseño que garantizan un alto nivel de confort y eficiencia energética. Estos principios son: el diseño libre de puentes térmicos, la hermeticidad, el aislamiento térmico, la ventilación eficiente y el uso de ventanas y puertas de alta calidad.
Veremos que esto aplica en cualquier estación del año, pero empezaremos hablando del verano, que siempre parece que nos pone de mejor humor… Excepto cuando hablamos de calor.
Cómo se mantienen frescas las casas pasivas en verano
Cuando las temperaturas exteriores suben en el verano, las casas pasivas se mantienen frescas y cómodas reduciendo al máximo el uso de aire acondicionado. La clave para lograr esto es el diseño inteligente y la implementación de diversas estrategias pasivas de enfriamiento.
Otro factor relevante en las casas pasivas es la orientación adecuada de la vivienda. Se utilizan vidrios que permiten una captación solar máxima en invierno y, en verano, nos resguardamos con dispositivos de protección solar fijos, como aleros y retranqueos, o móviles, como las persianas alicantinas. De esta manera, se minimiza el calor que ingresa a la casa, reduciendo la necesidad de enfriar el espacio interior.
Además, las casas pasivas están diseñadas con una gran atención al aislamiento y la hermeticidad del edificio. Las paredes, techos y pisos están construidos con materiales aislantes de alta calidad, lo que reduce el intercambio de calor entre el interior y el exterior. Esto significa que el calor del verano se mantiene fuera y el frescor del interior se conserva. La hermeticidad también evita la entrada de aire caliente, lo que contribuye a mantener un ambiente fresco y agradable en el interior.
El uso de sistemas de ventilación eficientes es otro componente clave en el diseño de casas pasivas. Estos sistemas extraen el aire viciado del interior y lo reemplazan con airedel exterior filtrado, lo que ayuda a mantener reducir la humedad y a su vez mejora la calidad del aire y el nivel de confort en la casa. Es lo que se conoce como ventilación mecánica controlada.
Pero, si ventilamos de forma continua la casa en verano, ¿no perdemos el aire fresco de la casa e ingresamos aire caliente de la calle? No, las viviendas pasivas de Distrito Natural incorporan recuperadores de calor, que procuran el intercambio de energía entre el aire que expulsamos y el que incorporamos a la vivienda
En invierno, ahora lo veremos, sucede de forma inversa: recuperamos el calor del aire interior del hogar antes de expulsarlo para calentar el aire frío que introducimos del exterior.
¿Y en invierno, cómo se mantienen calientes?
Del mismo modo, el objetivo en invierno es que las casas pasivas se mantengan cálidas y confortables haciendo un uso mínimo de sistemas de calefacción convencionales. Esto se debe a una serie de características de diseño que ayudan a conservar el calor generado en el interior y a aprovechar la energía solar para calentar el espacio.
Los factores son los mismos que teníamos en cuenta al hablar del verano. Como mencionamos anteriormente, la orientación adecuada de la casa es fundamental para captar la mayor cantidad de luz solar durante el invierno.
A ello se suma el aislamiento: las paredes, techos y pisos están construidos con materiales aislantes de alta calidad, lo que reduce la pérdida de calor hacia el exterior. La hermeticidad del edificio evita la infiltración de aire frío y la fuga de aire caliente, conservando así el calor generado en el interior.
La ventilación eficiente es otra característica clave en el diseño de casas pasivas que ayuda a mantener una temperatura interior estable en invierno. Los sistemas de ventilación con recuperación de calor extraen el aire interior y lo reemplazan con aire fresco y filtrado del exterior, pero al mismo tiempo, recuperan el calor del aire extraído y lo transfieren al aire entrante. Esto significa que el aire fresco que ingresa a la casa ya está precalentado, lo que reduce la demanda de energía para calefacción.
Como ves, la mayor clave aquí es el aislamiento
Pero, ¿cómo se consigue ese aislamiento? Hay varios tipos de materiales aislantes que pueden utilizarse en casas pasivas, incluyendo fibra de vidrio, lana de roca, espuma de poliuretano, aislamiento de celulosa… En el caso de Distrito Natural, en la mayor medida posible apostamos por materiales de la economía circular, como el textil reciclado.
La elección del material aislante adecuado dependerá de varios factores, como el clima en el que se encuentra la casa, el tipo de construcción y las preferencias del propietario. Sin embargo, en general, los materiales aislantes utilizados en casas pasivas deben tener un alto nivel de resistencia térmica y una baja conductividad térmica.
Además de los materiales aislantes, es importante asegurar que todos los huecos y juntas del edificio estén sellados correctamente para evitar la infiltración de aire y la pérdida de energía. Esto se logra utilizando selladores y cintas adhesivas específicas para la construcción, así como técnicas de instalación adecuadas.
El aislamiento térmico también debe ser continuo en toda la envolvente del edificio, incluyendo las ventanas y puertas. En casas pasivas, se utilizan ventanas y puertas de altas prestacionescon marcos aislantes y vidrios de triple capa y baja emisividad para minimizar la transferencia de calor y garantizar un alto nivel de confort térmico.
En Distrito Natural hemos puesto en marcha varios proyectos de casas pasivas y sostenibles en Madrid y alrededores que puedes conocer aquí.
Si estás interesado en uno de nuestros proyectos de cohousing o perteneces a un grupo al que le gustaría saber más sobre este modelo de vivienda colaborativa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.